139 Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias | vol. 2, núm. 1, 2025 | DOI: https://doi.org/10.71112/zfyxs356
Su poema más reconocido expresa la esencia de Nahui Olin como eterna creadora de a
quien la destrucción engendra nueva vida. El poema, titulado “Insaciable sed”, expresa su
volátil sed de crear sin cesar. En él reconcilia también antítesis. Al reconocer la simultaneidad,
unidad y multiplicidad de la realidad, y reconociendo, a su vez, que la sed brota tanto del
cuerpo y el espíritu que colaboran en la creación, Nahui rechaza falsas dicotomías. Orgullo
concedido de lugar como el primero en su volumen, este poema es posiblemente su manifiesto.
(Narváez, 2022, 63) Ella lo concluye subrayando la constante creación cíclica a la que está
comprometida a pesar del riesgo de ser consumado.
A lo largo de su vida, desde la infancia, sus escritos y elecciones de vida afirman
consciente de la disolución de la forma íntimamente ligada al surgimiento de la forma. (lo intuye
de niña donde mueren de amor, primer poema de amor a Atl donde se fusionan, muerte de
gata y su momentánea estancia en el mundo del más allá, etc., conecte aquí toda la disolución
de los momentos de forma en su arte/vida/ escritos). Conscientes de la apertura de Nahui al
poder de disolución, algunos observadores fetichizaron en ella. Sin embargo, al ignorarlo como
parte de una totalidad, proyectaron una expresión exagerada de él en ella, retratándola como
una crudeza enconada, un abismo, un volcán, un peligro, un poder destructivo.
Ella dio una expresión completa y sin restricciones al “lado oscuro”, pero limitarla
solamente a eso es ignorar la totalidad del ciclo que definió su visión, vida y arte. También
insistió en igual medida en dar una expresión completa y sin trabas a la creatividad,
sustentando parte de la vida como ciclo. El ejemplo más explícito de expresión que afirma la
vida en su arte es el cuadro en el que la cabeza de Agosín asoma por la concha de San
Sebastián como la Madre Tierra, lo estaba dando a luz desde la bahía como útero, a través del
estrecho portal hacia el ancho mar. Ejemplos menos convencionales de su “voluntad de formar”
incluyen conservar los cadáveres de sus animales, con cabeza y todo, en forma de manta. Es
decir, que Nahui insistió en expresar (en el arte y la vida) tanto la disolución como la voluntad
de formar. Ahí radica el poder del arte de Nahui y especialmente de su vida como arte. Así